Lógica

Introducción

La lógica (del griego «logos», que tiene varios significados, como palabra, pensamiento, idea, argumento, cuenta, razón o principio) es el estudio del razonamiento, o el estudio de los principios y criterios de inferencia y demostración válidos. Intenta distinguir los buenos razonamientos de los malos.

Aristóteles definió la lógica como un «razonamiento nuevo y necesario», «nuevo» porque nos permite aprender lo que no sabemos, y «necesario» porque sus conclusiones son ineludibles. Plantea preguntas como «¿Qué es un razonamiento correcto?», «¿Qué distingue un buen argumento de uno malo?», «¿Cómo podemos detectar una falacia en un razonamiento?».

La lógica investiga y clasifica la estructura de los enunciados y los argumentos, tanto a través del estudio de los sistemas formales de inferencia como del estudio de los argumentos en el lenguaje natural. Sólo se ocupa de las proposiciones (oraciones declarativas, utilizadas para hacer una afirmación, a diferencia de las preguntas, las órdenes o las oraciones que expresan deseos) que pueden ser verdaderas y falsas. No se ocupa de los procesos psicológicos relacionados con el pensamiento, ni de las emociones, las imágenes o similares. Abarca temas fundamentales como el estudio de las falacias y las paradojas, así como el análisis especializado de los razonamientos que utilizan la probabilidad y los argumentos que implican la causalidad y la teoría de la argumentación.

Los sistemas lógicos deben tener tres cosas: consistencia (lo que significa que ninguno de los teoremas del sistema se contradice entre sí); solidez (lo que significa que las reglas de prueba del sistema nunca permitirán una inferencia falsa a partir de una premisa verdadera); y completitud (lo que significa que no hay oraciones verdaderas en el sistema que no puedan, al menos en principio, demostrarse en el sistema).

Doctrinas principales

Tres doctrinas que pueden considerarse bajo el título de Lógica son:

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