Ascetismo
El ascetismo describe un estilo de vida caracterizado por la abstinencia voluntaria de varios tipos de placeres mundanos (especialmente la actividad sexual, el consumo de alcohol y la acumulación de propiedades y riqueza), a menudo con el objetivo de perseguir metas religiosas o espirituales.
En la antigua filosofía griega, los seguidores del cinismo y el estoicismo adoptaron la práctica de dominar el deseo y la pasión, al igual que el epicureísmo. Diametralmente opuesto al ascetismo es el hedonismo, la filosofía de que el placer es la búsqueda más importante de la humanidad.
La justificación del ascetismo suele ser que los objetivos espirituales y religiosos se ven obstaculizados por la indulgencia en los placeres de la carne, aunque no sostiene necesariamente que el disfrute de la vida sea malo en sí mismo. Por lo tanto, las prácticas ascéticas no suelen considerarse virtuosas en sí mismas, sino simplemente un medio para lograr una transformación mente-cuerpo, o una purificación del cuerpo que permita la conexión con lo divino y el cultivo de la paz interior. Su objetivo es liberarse de las compulsiones y las tentaciones, y lograr la tranquilidad de la mente y el aumento de la claridad y el poder del pensamiento.
A veces se distingue entre el ascetismo «extramundano» (que practican personas, como los monjes o los ermitaños, que se apartan del mundo para llevar una vida ascética) y el ascetismo «mundano» (que se refiere a personas, como las sectas cuáquera y amish, que llevan una vida ascética pero no se apartan del mundo).
El término «ascetismo» deriva del griego «askesis» (que significa «práctica», «entrenamiento» o «ejercicio»), y originalmente se asociaba a cualquier forma de práctica disciplinada. En la antigua sociedad griega, los guerreros y los atletas aplicaban a menudo la disciplina de la askesis para alcanzar un estado físico y una gracia óptimos.
Religión y ascetismo
Los fundadores y primeros practicantes de muchas religiones (por ejemplo, el hinduismo, el judaísmo, el cristianismo y el budismo) llevaban un estilo de vida extremadamente austero, absteniéndose de los placeres sensuales y de la acumulación de riqueza material.
- Los sadhus (u hombres santos) hindúes son conocidos por las formas extremas de abnegación que practican ocasionalmente, como jurar no usar nunca una pierna ni la otra, o mantener un brazo en el aire durante un periodo de meses o años.
- El jainismo fomenta el ayuno, las prácticas de yoga, la meditación en posturas difíciles, viajar descalzo y dormir en el suelo sin mantas. Algunos han afirmado haber obtenido habilidades mágicas o milagrosas mediante la abnegación.
- La historia del ascetismo judío extremo se remonta a miles de años atrás, a la Tradición del Desierto, que evolucionó a partir de los cuarenta años en el desierto, aunque hoy se considera contraria a los deseos de Dios para el mundo.
- Aunque algunas órdenes católicas (por ejemplo, los cartujos y los cistercienses) son conocidas por sus estrictos actos de ascetismo, las prácticas ascéticas más rigurosas eran habituales en la Iglesia primitiva, y se dice que los desiertos de Oriente Medio estuvieron habitados en su momento por miles de ermitaños cristianos.
- Curiosamente, Siddhartha Gautama (el Buda), que inicialmente aconsejaba una vida ascética, acabó rechazando el ascetismo extremo por considerarlo un impedimento para la libertad definitiva, recomendando en su lugar la «Vía Media».
- Aunque el ascetismo no es una tradición importante en el Islam, salvo en el sufismo (que incluso recibe el nombre de la áspera túnica de lana del asceta), el propio profeta Mahoma practicó grandes austeridades, rayando el ascetismo.
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